La Dra. Catherine Kousmine (Rusia 1904-Suiza 1992) dedicó su vida a la investigación y tratamiento de enfermedades degenerativas, trabajó sin apoyo ni subvenciones y murió a los 88 años de edad sin que ninguna publicación médica oficial se hiciera eco de su fallecimiento. Poco a poco algunos médicos jóvenes se interesaron por sus trabajos y con el paso del tiempo se creó la Association Médicale Kousmine Internationale, con sede en Dijon, cuya finalidad es la de proseguir y divulgar sus investigaciones.
En su libro Salve su cuerpo, la Dra. Kousmine explica…”en los años 40 el índice de cánceres iba en aumento pensé que debía intentar comprender esta enfermedad. Instalé un laboratorio en la cocina de mi apartamento y estuve estudiando ratas durante 17 años. Busqué en el instituto Curie de París una especie de rata que desarrollaba cáncer mamario en un 90% de casos. Allí eran alimentadas con comprimidos nutritivos, pero como yo no podía pagarlos les daba pan seco, trigo integral, zanahorias crudas y levadura de cerveza, es decir, mezclaba una alimentación natural con otra desvitalizada, como el pan blanco. La proporción de tumores descendió al 50%. Al principio no comprendí la causa, pero más tarde supe que eran los alimentos crudos y naturales los que disminuyeron de forma tan importante el índice de tumores”.
Consciente del desinterés de sus colegas, afirmó: “el cambio de mentalidad pasará por los enfermos, no por los médicos”. La esencia de su mensaje es que cada uno de nosotros es el directo responsable de su salud, su concepto hipocrático de “somos lo que comemos” y “no hay enfermedades degenerativas sin intoxicación crónica del intestino” dió forma a su método, basado en 4 pilares:
-Alimentación sana: hay que reducir las proteínas animales y grasas saturadas, suprimir
los azúcares, harinas, aceites refinados, alimentos procesados y sustituirlos
por alimentos frescos (a poder ser biológicos) granos y cereales enteros
(integrales) y aceites prensados en frío.
-Limpieza intestinal: las enfermedades degenerativas van estrechamente vinculadas a la
intoxicación crónica, que empieza en el intestino y el hígado. La práctica
regular de enemas o lavados intestinales forma parte de su método.
-Alcalinización de la orina: la dieta occidental es acidificante. Para neutralizar dicha
acidez, el organismo debe recurrir a sus reservas de sales minerales, creándose
una carencia de los mismos, que hay que corregir con la ingesta de citratos
alcalinos.
-Suplementación con vitaminas y minerales: la dieta occidental es excesiva, pero crea muchas carencias, al consumir aceites refinados y
grasas saturadas. Los
suplementos en vitaminas, minerales y oligoelementos formaban parte también de su plan.
El resultado de poner en práctica este método, es que a los pocos meses aumenta el potencial de salud y bienestar del paciente.
Este artículo es informativo, el tratamiento debe ser supervisado
por un naturópata.